miércoles, 23 de mayo de 2012

La evaluación del impacto de programas de cuidados paliativos

Se concibe como “cuidado paliativo” al cuidado total activo proporcionado por un equipo multiprofesional (médicos, psicólogos, enfermeras, trabajadores sociales) a pacientes y sus familiares cuando la enfermedad del paciente ya no responde a tratamientos curativo.

Entre sus acciones están el control de síntomas, el fomento de bienestar emocional con tratamientos farmacológicos y apoyo psicosocial, la conservación de la autonomía y la preparación del paciente para una muerte digna, con atención al duelo de sus allegados.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha promovido esta atención en forma de programas nacionales para cumplir objetivos del Programa Global de Control de Cáncer; con este fin ha definido estrategias generales, favoreciendo la disponibilidad de opioides y la capacitación de equipos multidisciplinarios para enfrentar las tareas de esta atención, que requiere una óptima comunicación, un soporte efectivo y un despliegue de recursos de protección para evitar el desgaste emocional de los profesionales que la brindan.

El tema de la calidad de vida en el paciente avanzado ha cobrado extraordinario auge; en realidad, “paliar” significa preservar la calidad de vida disminuyendo el sufrimiento. Cuando la vida va llegando a su final surgen problemas que quizás antes no había o no eran tan evidentes.

Según el estudio, las personas sienten una satisfacción con la atención recibida y refleja el impacto de la mejoría de las afectaciones con la intervención.

Los resultados del estudio demuestran en qué aspectos mejoran los pacientes tras la atención recibida.

  1. Hay un buen control sintomático, especialmente del dolor.
  2. Se ofrecen cambios favorables significativos en la calidad de vida: cambios de humor o comportamiento, sintomatología física, adaptación a limitaciones funcionales, independencia en el autocuidado, limitaciones por el dolor en las actividades, interferencia del dolor en el descanso.
  3. La única dimensión que no cambia es la de las repercusiones económicas de la enfermedad.
Es decir, la base de los cuidados paliativos son el control del dolor y de otros síntomas que padecen los pacientes y el apoyo psicológico, social y espiritual de la unidad paciente-familia. El objetivo es obtener mejor calidad de vida para ellos.  

En cuidados paliativos se considera la muerte como un evento natural de la vida y esperable dada a evolución de la enfermedad.

En 1990 la OMS destaca como objetivos de los cuidados paliativos reafirmar la importancia de la vida aún en la última etapa, establecer un cuidado activo que no acelere la muerte ni tampoco la posponga artificialmente, proporcionar alivio al dolor y otros síntomas angustiales y ofrecer un sistema de apoyo a la familia, para afrontar la enfermedad del ser querido y sobrellevar el duelo.


TODO ES POCO, PARA LO QUE ELLOS MERECEN, ... UN MUERTE DIGNA

BIBLIOGRAFÍA: 

Ojeda Martín M, Gómez Sancho M, Grau Abalo J, Marrero Martín M, Guerra Mesa A. La evaluación del impacto de programas de cuidados paliativos: un estudio de la calidad de vida en pacientes de un hospital universitario Psicología y Salud, Vol. 19, Núm. 1, enero-junio, 2009, pp. 5-20 Universidad Veracruzana
México. Disponible en:      http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/291/29111983001.pdf







sábado, 19 de mayo de 2012

Prevención dela dependencia en las personas mayores

La dependencia, depender de otra persona para realizar las actividades de la vida diaria, es la principal preocupación, causa de sufrimiento y de baja calidad de vida en las personas mayores. Su prevalencia aumenta con la edad y se relaciona con la presencia de enfermedad previa y estado de fragilidad del individuo. Se correlaciona con un aumento de morbilidad, mortalidad e institucionalización así como del consumo de recursos tanto sanitarios como sociales, todo lo cual conlleva un aumento del coste sanitario   

Es necesario aconsejar a las administraciones publicas sanitarias poner en marcha una serie de recomendaciones con el objetivo de mejorar en la estrategia de prevención de la dependencia de las personas mayores en el siglo XXI

El principal objetivo es la prevención de la dependencia y puede lograrse a través de recomendaciones agrupados en tres categorías:

  • Promoción de la salud y prevención de la enfermedad, con actividades preventivas especificas para personas mayores, incluida la prevención de síndromes geriátricos.
  • Prevención del deterioro funcional, con recomendaciones asistenciales aplicables a atención primaria y especializada.
  • Prevención de la iatrogenia: prescripción farmacológica, utilización inadecuada de medios diagnósticos y terapéuticos y asistencia sanitaria.

Centrándonos en los ancianos, si lo que verdaderamente pretendemos es prevenir la aparición de la enfermedad y la discapacidad, los esfuerzos preventivos deben comenzar precozmente en la vida. En las primeras etapas de la vida es cuando se inician muchas de las enfermedades que luego se harán crónicas y degenerativas, como la arterioesclerosis, el cáncer y otras, de forma que si mantenemos unos hábitos de vida saludables durante toda nuestra vida garantizamos una vejez sana.


- Hábitos de vida saludable:
  • Es importante dejar de fumar ya que el consumo de cigarrillos constituye uno de los principales riesgos para la vida del individuo y es la principal causa de enfermedades prematuras y prevenibles
  • El alcohol esta relacionado con la aparición de diferentes enfermedades como la cirrosis del hígado, o determinados tipos de cáncer e incluso la fractura de cadera en los ancianos. Por eso es aconsejable la disminución del consumo excesivo de alcohol
  • Los ancianos deberían idealmente realizar además 2-3 sesiones semanales de ejercicios de flexibilidad y fuerza/resistencia muscular para combatir los devastadores efectos del envejecimiento sobre el aparato locomotor, que les conduce a un mayor riesgo de caídas, incapacidad para el autocuidado y a la postración precoz.
  • Un problema común en el anciano lo constituyen los trastornos de la alimentación. Por lo tanto es importante promover hábitos alimenticios saludables para prevenir las enfermedades, tanto por exceso (obesidad) como por defecto (malnutrición). La dieta desempeña un papel importante en muchas enfermedades como la hipertension arterial o tensión alta, las enfermedades del corazón, ciertos tipos de cáncer, la obesidad, la diabetes o azúcar en la sangre, la osteoporosis o descalcificación de los huesos, etc.
  • Para finalizar, una de las medidas preventivas que han demostrado ser más eficaces son los programas de inmunización (vacunas). Fundamentalmente nos referimos a la vacuna antigripal, ya que entre las personas que tienen alto riesgo de tener complicaciones relacionadas con la gripe están precisamente los mayores de 65 años. Todos los paneles de expertos recomiendan la vacunación antigripal anual masiva en este grupo de personas como estrategia para reducir la incidencia de enfermedad y la mortalidad asociada a ésta



Celebramos el aumento de la esperanza de vida en muchas regiones del mundo como uno de los mayores logros de la humanidad...


BIBLIOGRAFIA
Gomez pavon J, Martin Lesende I. Prevencion de la dependencia en las personas mayores.Elsevier. July 2008; Pages 361.e1–361.e39



1. Fragilidad en el anciano


   El envejecimiento poblacional, situación que nunca antes había enfrentado la  humanidad, origina  necesidades económicas, sociales, y culturales con énfasis en las  socio-sanitarias, para la promoción y mantenimiento del bienestar de las personas mayores.

   El adulto mayor, en cualquier escenario, juega un importante papel en la creación y  desarrollo de la familia, él requiere de una atención integral que le permita gozar de una  óptima salud para el logro de una vida plena, e insertarse en las diferentes actividades  de la sociedad, e incidir positivamente en el mantenimiento y equilibrio de ésta. De ahí  la importancia de reconocer precozmente las alteraciones en las funciones vitales para la  autonomía del adulto mayor; ya que evita la discapacidad temprana y prolonga la vida activa, todo lo cual se realiza mediante la escala geriátrica de evaluación funcional.
   En la misma se detectan los ancianos frágiles, que son aquellos que tienen una disminución progresiva de la capacidad de reservas, con un aumento del riesgo de desarrollar deterioro funcional.


Tipificación de ancianos:


  • Ancianos sanos: no presentan enfermedad ni alteración funcional, mental o social alguna. El seguimiento del estado de salud en este grupo recae en la Atención Primaria y las actividades y programas que establecen son fundamentalmente preventivos.
  • Ancianos enfermos: presentan alguna afección aguda o crónica pero sin problemas funcionales, mentales o sociales. Los pacientes son atendidos por los Equipos de Atención Primaria y por la Especializada cuando es preciso.
  • El anciano frágil o de alto riesgo: o con patologías que tienden a la incapacidad, con deterioro funcional o mental; con problemas sociales: pobreza, soledad, incomunicación…, o factores demográficos como ser mujer y mayor de 80 años. La OMS considera todos estos factores como de riesgo de dependencia, de institucionalización y de muerte.
  • Paciente geriátrico: es aquel que cumple tres o más de los siguientes requisitos: tener más de 75 años; padecer una enfermedad aguda o crónica que provoque incapacidad funcional; presentar pluripatologías y  problemas psíquicos y/o sociales sobreañadidos.

Identificar a los  ancianos frágiles es el paso previo para la realización de una valoración posterior más exhaustiva y deberá realizarse tanto en Atención Primaria como en el Hospital: aproximadamente el 30% de lo ancianos hospitalizados serán clasificados como frágiles, susceptibles de valoración y tratamiento geriátrico específico. En Atención Primaria, la detección del anciano frágil se realizará de forma universal utilizando
cuestionarios como el de Balber, y los podrán aplicar tanto los médicos como los enfermeros, o incluso los trabajadores sociales.



Hay una serie de conclusiones que se han recogido tras realizar el estudio experimental. El objetivo de dicho estudio es elevar el nivel de conocimientos de los cuidados del anciano frágil mediante la aplicación de una estrategia de intervención educativa domiciliaria (entrevista individualizada). 

• La alimentación adecuada del  adulto frágil debe ser de 3 comidas al día. 
• El ejercicio físico posee múltiples beneficios
• La importancia de todas medidas preventivas para evitar las caídas.  



Llevar lo que se conoce como unos “hábitos de vida saludables”, constituye sin duda la mejor forma de prevención posible a cualquier edad, incluidas las Personas Mayores.
Los campos de actuación más importantes al respecto son los relativos a
la actividad física, la dieta, consumo de tóxicos, los accidentes y las caídas.






BIBLIOGRAFIA:
Mondéjar Barrios M, Haite Sifontes Pardo L, César Ceballo G. Fragilidad en el adulto mayor. Intervención educativa sobre los cuidados en el anciano. Mediciego 2010; 16(Supl. 2)

viernes, 18 de mayo de 2012

Síndromes geriátricos: Las caidas

El proceso de enfermar es muchas veces diferente en los mayores. Existen enfermedades que se presentan con síntomas propios, diferentes a los de otras edades. En este caso hablamos de los síndromes geriátricos
Las fracturas y la pérdida de calidad de vida son las principales consecuencias de las caídas de las personas mayores de 65 años, un problema ante el que la prevención es la mejor fórmula
Las caídas no saben de edades, pero la frecuencia y la gravedad de sus efectos crecen cuando la persona envejece. Así, cerca de la tercera parte de las mujeres mayores de 65 se caen cada año, mientras que el 6% sufre fracturas como resultado de la caída.
Estas caídas tienen múltiples consecuencias en los ancianos: desde traumatismos leves a fracturas importantes e, incluso, la muerte. De entre todas ellas, la fractura de cadera es una de las consecuencias más graves asociadas a las caídas.


Las caídas pueden ser la primera señal de una enfermedad que aún no se ha detectado

Más caidas + fragilidad: El principal problema es que aunque la mayoría de las fracturas no son graves y el paciente se recupera, estas personas que ya han soportado una caída se convierten en ancianos frágiles con riesgo de caerse en más ocasiones: si sufren más de tres caídas al año, su pronóstico empeora, y los datos indican que la tercera parte precisa hospitalización, ingresa en una residencia o fallece en el año siguiente. Las consecuencias, sin embargo, no se limitan al plano físico, ya que también pierden la confianza en sí mismos, restringen su actividad física para evitar caerse de nuevo y tienden al aislamiento social.

FACTORES DE RIESGO:

  • Factores intrínsecos: De todos estos factores destaca la osteoporosis, (pérdida de densidad mineral ósea). Es conveniente que las personas con riesgo de sufrir osteoporosis se sometan a una densitometría ósea, una exploración para determinar el estado de sus huesos, y, si es necesario, comiencen un tratamiento farmacológico para frenarla.
  • Factores extrínsecos: Una iluminación deficiente, sillas demasiado bajas, alfombras sueltas o la presencia de barreras arquitectónicas y obstáculos tanto en el domicilio como en la vía pública son algunos de los factores externos que más influyen en el riesgo de caídas. 

Cuando se unen a los intrínsecos, las probabilidades de que se produzca una caída accidental se multiplican. Hay que identificarlos bien para poder contrarrestarlos de manera adecuada


FACTORES PROTECTORES:

  • Vivir Acompañado 
  • Llevar gafas o Lentes: Se trata de un factor que mejora la agudeza visual y permite ver bien los obstáculos y el mobiliario. 
  • Alimentación Sana: Reforzada con calcio y vitamina D, cuando el médico lo considere necesario, una alimentación sana es crucial para mantener los huesos en buen estado y protegerlos de la osteoporosis, sobre todo en las mujeres. La guía de la SEGG recomienda el aporte de 800 unidades de vitamina D al día y de 1.500 miligramos de calcio diarios, que supone añadir 1 gramo de suplementos a la dieta diaria. 
  • Ejercicio Físico Regular: Este aspecto mejora la flexibilidad, la capacidad de reacción y el equilibrio.
  • Fisioterapia: En numerosas ocasiones, y aunque se mantengan hábitos saludables como la práctica de ejercicio físico y una alimentación sana, evitar totalmente el riesgo de caídas es muy difícil, aunque es posible paliarlo. La fisioterapia podría disminuir el impacto y secuelas de caídas que se hayan producido. Las técnicas de fisioterapia pueden mejorar tanto la marcha de las personas afectadas como el equilibrio y su capacidad de mantenerse en bipedestación.

Por último vamos a ofrecerles, una serie de consejos para el anciano y los cuidadores:
http://www.youtube.com/watch?v=7xoDS9IXbMg

BIBLIOGRAFIA:
Lama Valdivia J.Sindromes geriatricos. Caracteristicas de presentacion de las enfermedades en el adulto mayor.Simposio. 2003; volumen 42 nº2. Disponible en: http://www.fihu-diagnostico.org.pe/revista/numeros/2003/marabr03/47-48.html

  

jueves, 17 de mayo de 2012

Afectación de la calidad de vida relacionada con la salud en mujeres con Incontinencia Urinaria Mixta


La incontinencia urinaria (IU) se define como la pérdida involuntaria de orina objetivamente demostrable que origina un problema social o higiénico. Incluye, por tanto, en su propia definición la necesaria afectación de la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) y por ello este aspecto ha sido a menudo estudiado en las personas que la padecen. Es una patología muy prevalente en nuestro país: se estima que padecen IU entre el 25 y el 45% de las mujeres y entre el 7 y el 11% de los varones, mayores de 20 años. A pesar de que la incontinencia no implica un pronóstico de gravedad, limita la autonomía, reduce la autoestima y deteriora sensiblemente la CVRS.La “International Continence Society” (ICS), en su documento sobre estandarización de terminología, establece las definiciones de los diferentes tipos de IU. La IU Mixta (IUM) es definida como la molestia derivada de la pérdida involuntaria de orina asociada a urgencia y también a esfuerzo.


CLASIFICACIÓN
  • 1 -Incontinencia Urinaria Aguda: Tiene un inicio brusco y en relación con una enfermedad aguda. Remite o mejora con tratamiento.
  • 2 - Incontinencia Urinaria de esfuerzo: Coincide con el aumento de la presión dentro del abdomen ( tos, risa, ejercicio). Se produce por la debilidad de los músculos del suelo pélvico o por disminución del tono del esfínter de la uretra.Prácticamente no existe en los hombres. A continuación, un video informativo sobre la IU de esfuerzo.
  • 3 - Incontinencia Urinaria de urgencia: El anciano es incapaz de contener la micción a partir de tener el deseo y no le da tiempo a llegar al baño. Causas: Demencias, ACV, parkinson, tumor cerebral o idiopática.
  • 4 - Incontinencia Urinaria por rebosamiento: Es la pérdida involuntaria de orina asociada con una vejiga sobredistendida. Es muy frecuente en los hombres. Ocurre cuando la vejiga no se vacía completamente por una obstrucción a la salida de orina. Es causada por enfermedades de la próstata y bolos fecales.
  • 5 - Incontinencia Urinaria funcional: En estos casos el anciano, por razones físicas, ambientales o patológicas no va al baño y por lo tanto se produce la incontinencia. Puede ser debido al encamamiento, depresión, barreras arquitectónicas y ceguera.


Medidas básicas:
  • Se debe intentar ayudar al anciano a establecer un horario regular de micciones. Ejemplo: al levantarse, antes o después de las comidas o bebidas, cada 3 horas a la noche, etc.
  • Si no fuese posible provocar un hábito miccional, el cuidador acompañará al baño cada 2 horas al paciente o le ofrecerá el orinal en un lapso similar durante la noche.
  • Controlar que el paciente pueda acceder rápidamente al baño, desde su cama, que existan luces de noche, timbres o llamadores en la cabecera de la cama y elementos de seguridad (barandas) en los costados de los inodoros. También es útil que la ropa de noche se pueda quitar fácilmente.
  • La redistribución del total de líquidos diarios corresponde que sea ordenada por el médico, sin embargo se debe saber que el anciano no debe ingerir menos de 2,5 litros en 24 horas promedio, variando en invierno o en verano de acuerdo a las condiciones climáticas.
  • Un buen aporte durante la mañana y primeras horas de la tarde con una disminución acentuada durante la noche, permite controlar mejor la incontinencia nocturna.

Medidas específicas:· Incontinencia urinaria de esfuerzo:
  • Ejercicios del suelo pélvico (hacer el esfuerzo como para contener la orina y la materia fecal en forma programada varias veces al día).
  • Sistemática de la continencia.
  • Medicamentos.
  • Cirugía de prolapsos.
· Incontinencia urinaria de urgencia:
  • Sistemática de la incontinencia.
  • Micciones programadas.
  • Ejercicios pélvicos.
  • Fármacos.

En referencia al artículo, determinamos que la afectación de la CVRS por la presencia del síntoma de IU de Urgencia es valorado por las pacientes como mayor que por el síntoma de IU de Esfuerzo, estando ambos síntomas asociados a mayores puntuaciones en el KHQ (peor CVRS) cuanto mayor sea el grado de afectación. En conclusión los resultados presentados confirman el considerable deterioro que la IU Mixta produce en la calidad de vida relacionada con la salud de la mujer que la padece, estando este impacto asociado, en más del doble de intensidad, a la presencia de síntomas de IU de Urgencia que de IU de Esfuerzo. Resolver o aliviar los síntomas de IU de Urgencia en este grupo de mujeres, permitiría lograr una sustancial mejoría en su calidad de vida.

Ejercicios de Kegel:

BIBLIOGRAFÍA
Arañó P, Rebollo P, Segura Alsina DG. Afectación de la calidad de vida relacionada con la salud en
mujeres con Incontinencia Urinaria Mixta. Actas urológicas españolas. 2009;33(4):410-415. Disponible en: http://scielo.isciii.es/pdf/aue/v33n4/v33n4a11.pdf

miércoles, 16 de mayo de 2012

Atención primaria en ancianos


El envejecimiento de la población mundial conlleva un aumento del consumo de los recursos sanitarios convirtiendo al paciente anciano en el principal ocupante de camas hospitalarias, el que genera mayor mortalidad, estancias más prolongadas y mayor número de reingresos. También es el que acude con mayor frecuencia al médico de atención primaria (AP) y el primer y más numeroso consumidor de fármacos. Todo ello supone un aumento en la demanda asistencial en los diferentes servicios de AP (atención domiciliaria, servicios de urgencias en AP [SUAP] y centros de atención continuada [CAC]).  

En nuestro Sistema Nacional de Salud, el centro de AP (CAP), o centro de salud, indistintamente, es el lugar desde donde se desarrollan las actividades de promoción, prevención, curación y rehabilitación de la salud, a nivel individual y poblacional, de forma coordinada, integrada y continuada
Las enfermedades crónicas que padece un paciente aumentan con la edad, existiendo una asociación significativa entre múltiples enfermedades crónicas y admisiones en urgencias en los pacientes ancianos.
 

Para ofrecer el servicio necesario, se debe aumentar la autosuficiencia de los centros de AP, aumentar su capacidad resolutiva, así como mejorar la gestión de los recursos humanos de acuerdo con las necesidades de cada momento.

  • El domicilio es el primer lugar donde puede surgir un problema de salud urgente en un paciente anciano. Los pacientes ancianos incluidos en los programas de atención domiciliaria son aquellos que no pueden desplazarse a su centro de salud por presentar limitaciones físicas que impiden dicho desplazamiento.
  • La continuidad asistencial es para el paciente anciano el elemento fundamental de control clínico. Programas encaminados a garantizar dicha continuidad repercuten en un menor uso de las urgencias hospitalarias.
  • los servicios de urgencia de atención primaria ofrecen una asistencia excelente y están dotados de profesionales y medios adecuados para atender la mayor parte de las urgencias medicas que se presentan habitualmente.

A nuestro juicio, cualquier estrategia encaminada a la coordinación entre servicios asistenciales con el objetivo de mejorar la continuidad asistencial será un elemento clave para el buen seguimiento clínico del paciente anciano.


BIBLIOGRAFIA:


  • Díez-Cascón González p, 
  • Sisó Almirall A. Atención urgente al paciente anciano en atención primaria.Elsevier.
  • June 2009: Pages 3–9

    viernes, 11 de mayo de 2012

    Teoria del envejecimiento: Los radicales libres


       Durante la respiración celular se producen continuamente especies reactivas derivadas del oxígeno como el radical superóxido, elperóxido de hidrógeno o el radical hidroxilo (reactive oxygen species, ROS). Estas substancias atacan continuamente a todos los tipos de macromoléculas biológicas. Aunque la producción de ROS puede aumentar mucho en varias situaciones patológicas, en el individuo sano hay una producción celular baja pero continua de ROS. La mayor parte de dicha producción procede de la cadena respiratoria mitocondrial. La idea de que los radicales libres de origen mitocondrial son una de las principales causas del envejecimiento tiene cada vez más apoyos en la literatura científica. Cualquier teoría del envejecimiento debe ser capaz de explicar tres de sus características principales: es progresivo, universal y endógeno.


     

        El carácter progresivo del envejecimiento significa que ocurre a lo largo de toda la vida del individuo, tanto joven como viejo, con una intensidad más o menos constante. Además, todos los individuos envejecen, y lo mismo puede decirse de prácticamente todas las especies animales multicelulares, especialmente de aquellas que, como la humana, dejan de crecer al alcanzar el desarrollo adulto. Por último, el origen del envejecimiento es interno, lo que explica que el envejecimiento continúe aunque se proteja al individuo de toda fuente de daño procedente del medio ambiente. Este carácter endógeno también explica porqué las distintas especies animales envejecen a velocidades enormemente diferentes aunque vivan en el mismo ambiente. Los factores externos no pueden ser causa del proceso intrínseco del envejecimiento. Esto significa que la velocidad del envejecimiento de cada especie animal, y por tanto su longevidad máxima, está determinada fundamentalmente por sus genes, no por el medio ambiente. La teoría del envejecimiento por radicales libres de origen mitocondrial encaja con esas tres características del envejecimiento, ya que las mitocondrias son una fuente endógena de radicales libres,y todas las células de los órganos vitales producen ROS de forma continua en sus mitocondrias.


     

    En definitiva, la información disponible sugiere que la relación entre el estrés oxidativo y la longevidad animal se debe en gran medida a la menor producción mitocondrial de radicales de oxígeno de las especies longevas. Esto se complementa con una menor sensibilidad a la peroxidación lipídica en los animales longevos, debida al menor grado de insaturación de los ácidos grasos de sus membranas celulares. Es llamativo que la producción mitocondrial de ROS y el daño oxidativo al ADN mitocondrial estén disminuidos tanto en los animales longevos como en los restringidos. Esto sugiere que la disminución de la intensidad de generación de radicales de oxígeno, es un mecanismo evolutivo muy conservado que se utiliza para disminur la velocidad del envejecimiento y para aumentar la longevidad máxima.



    BIBLIOGRAFIA
    Barja G. Radicales libres de origen mitocondrial y longevidad. Analesranf. 2005; vol. 71

    domingo, 6 de mayo de 2012

    Rehabilitación funcional en el anciano

       El artículo trata sobre los trastornos de la movilidad y las modalidades terapéuticas que ayudan a los ancianos en el proceso de rehabilitación, con especial énfasis en los beneficios que les reportan los ejercicios físicos y en la función del fisioterapeuta para lograr y mantener la mayor independencia posible en estos pacientes.


       La inmovilidad es una entidad sindromática que deteriora de manera significativa la calidad de vida de los adultos mayores. Obedece a diversas etiologías y cursa con síntomas y signos asociados a la disminución de la capacidad motriz del adulto mayor. Estas alteraciones darán a su vez cuenta de otras patologías que continuarán con el deterioro de la calidad de vida del paciente, es por esto que dicha condición debe ser siempre estudiada a fin de hallar etiologías y factores corregibles y asimismo debe ser tratada como un problema médico relevante en la atención del paciente mayor.

    Hay que tener en cuenta, que se pueden diferenciar, varios tipos de inmovilidad:
    • Inmovilidad relativa, en la que el anciano lleva una vida sedentaria pero es capaz de movilizarse mínimamente.
    • Inmovilidad absoluta, que implica el encamamiento o vida cama-sillón, con limitados cambios posturales.
    • Inmovilidad aguda, por un proceso agudo, con un declinar funcional precoz y que se asocia a una elevada mortalidad, siendo de un 30% en los primeros 3 meses y de un 58% al año. Convirtiéndose en una urgencia médica.
    • Inmovilidad crónica, comprende lesionados medulares, amputados, etc. que llegan a la vejez, constituye un caso especial por la mayor dificultad para valorar sus posibles movimientos compensatorios.

    Complicaciones del reposo prolongado en cama

       Las consecuencias de la inmovilidad son graves y numerosas. No se debe aconsejar el reposo en cama como un plan terapéutico para los ancianos, salvo casos inevitables o excepcionales, pues esto entraña efectos físicos, psicológicos y sociales adversos, tales como:

    1. Alteración del metabolismo.
    2. Trastorno psicológico de tipo depresión y desarrollo de delirio.
    3. Alteraciones musculoesquelética, que incluyen fatigas, contracturas, atrofia muscular y disminución de la densidad ósea.
    4. Complicaciones cardiopulmonares, pues como consecuencia del encamamiento prolongado se produce una alteración de los reflejos vasculares y una disminución del volumen plasmático, todo lo cual predispone a la hipotensión postural. Es bien conocida la aparición de tromboflebitis, tromboembolismo pulmonar, atelectasias y neumonías después de aspiración.
    5. Consecuencias gastrointestinales y genitourinarias, tales como: estreñimiento, impactación fecal, incontinencia urinaria o fecal e infección urinaria.

       Un problema de gran interés para la rehabilitación del anciano es la prevención de las caídas, por lo cual resulta importante analizar las causas que originan estas en el hogar y sus consecuencias.
       La rehabilitación geriátrica es el conjunto de actividades sociales encaminadas a buscar la mejor incorporación del anciano a la macrosociedad y microsociedad. Es un esfuerzo cotidiano integrado por un equipo multidisciplinario para devolverle un mejor estado funcional y socioambiental que les ayude a mantener o maximizar la función cuando la recuperación total no es posible.

    Objetivos de la rehabilitación del adulto mayor

    • Acrecentar el equilibrio biosocial.
    • Aumentar el grado de independencia en la actividad básica cotidiana, aminorar incapacidades y enseñar cómo utilizar capacidades residuales.
    • Incrementar la movilidad articular y la fuerza muscular.
    • Disminuir los sentimientos de minusvalía.
    • Aliviar los dolores del sistema osteomioarticular.
    • Mejorar la calidad de vida.
    Resulta difícil definir con precisión el concepto de envejecimiento, pues se trata de un proceso que se inicia con el nacimiento y es de naturaleza multifactorial. Los ancianos pierden vitalidad, lo cual les torna cada vez más vulnerables ante cualquier agresión, que puede provocarles incluso la muerte.

    Tratamiento para el anciano con alteración de la movilidad
       Una vez conocido el grado de capacidad existente, se propondrán en función de ella objetivos realizables a través del tratamiento. La fisioterapia debe ser dirigida a aliviar el dolor, aumentar la fuerza y coordinación muscular, mantener y mejorar la amplitud articular, así como también a evaluar y mejorar la marcha y la estabilidad.
       La terapia ocupacional persigue mantener la capacidad funcional en las actividades de la vida diaria, mediante la utilización de ayudas y adaptaciones en el propio hogar.


    Modalidades terapéuticas
    •  Agentes físicos: calor local, electroterapia, hidroterapia, parafina, campo magnético, diatermia, laserterapia, etc.
    • Acupuntura
    • Cinesoterapia: (ejercicio físico)
    • Masoterapia: Automasaje y masajes gentiles, cuidando de la piel muy sensible. Su efecto es terapéutico desde los puntos de vista físico, mental y espiritual.
    • Terapia ocupacional: Importante para conservar activa la función social y familiar, así como los hábitos e independencia de las actividades básicas de la vida diaria 

    BIBLIOGRAFÍA
    Rodríguez Díaz O. Rehabilitación funcional del anciano [sede web]. Santiago de Cuba: Medisan. 2009. v.13 n.5.

    martes, 1 de mayo de 2012

    Proceso de atención de enfermería en paciente geriátrico


    El profesional de Enfermería necesita de un apoyo científico en la forma de proceder, con el paso de los tiempos ha venido trabajando para poder lograrlo. El Proceso de Enfermería es un método que guía las acciones de Enfermería, es una serie de actuaciones o medidas planificadas con el fin de obtener un resultado o cumplir un objetivo, por lo cual se dice que el es un método sistemático y racional de planificación y de prestación de los cuidados de Enfermería individualizada.

    El papel de enfermería en este grupo de la población tiene especial importancia, y entre sus objetivos primordiales es prestar los cuidados idóneos en los principales problemas geriátricos evitando las posibles complicaciones.

    Mientras más envejezca nuestra población, más importancia y conciencia deberemos hacer para entender y manejar los cuidados terminales hacia el final de nuestros días. Por lo anterior, se justifica la realización del presente trabajo, a fin de realizar acciones encaminadas a mejorar la calidad de vida de un adulto mayor.

    El objetivo del proceso de enfermero es proporcionar un sistema dentro del cual se puedan cubrir las necesidades individuales del cliente, de la familia y de la comunidad.

    Se organiza en cinco fases
    1. Valoración 
    2. Diagnóstico 
    3. Planificación 
    4. Ejecución 
    5. Evaluación

    Los beneficios del proceso enfermero son:

    • Agilizar el diagnóstico y tratamiento de los problemas de salud reales y potenciales. 
    • Desarolla un plan eficaz y eficiente, tanto en términos de sufrimiento humano como de gasto económico. 
    • Evita que se pierda de vista el factor humano. 
    • Promueve la flexibilidad y el pensamiento independiente. 
    • Adapta las intervenciones al individuo (no únicamente a la enfermedad) 

    BIBLIOGRAFÍA
    Ledesma Ramirez, P. Proceso de enfermería aplicado en un paciente geriátrico, en base a la teoría de Virginia Henderson. Disponible en: 

    lunes, 30 de abril de 2012

    Deterioro cognitivo y demencias

    Los síntomas psicológicos y conductuales de la demencia (SPCD) son un conjunto heterogéneo de reacciones psicológicas, síntomas psiquiátricos y comportamientos anómalos debidos a la presencia de demencia. Se consideran SPCD la apatía, las alucinaciones, la agitación, la depresión, la ansiedad, la euforia, la irritabilidad, la desinhibición, los delirios, las conductas aberrantes o anómalas, los trastornos del sueño y las alteraciones de la conducta alimentaria.

    La importancia de los SPCD radica en que se asocian a mayor mortalidad, peor pronóstico, mayor institucionalización, mayor carga del cuidador y mayor consumo de recursos sanitarios y fármacos, originando en numerosas ocasiones más problemas que los propios déficits cognitivos
     
    Se ha descrito que estos síntomas son muy frecuentes en pacientes con enfermedad de Alzheimer (EA), incluso en fases leves antecediendo a los propios síntomas cognitivos, y son también comunes en pacientes con deterioro cognitivo leve (DCL) o con cognición normal. Estudios en diferentes países y en diferentes ámbitos han encontrado una prevalencia entre el 35 y el 75% en pacientes con DCL y entre el 49 y el 89% en pacientes con demencia.


    Uno de los principales problemas ante los que se enfrenta el especialista en las clínicas de memoria es la dificultad para diferenciar entre el DCL y la EA. Esta diferenciación es muy relevante porque determina la instauración de tratamientos, la toma de decisiones sobre el paciente y la provisión de recursos sanitarios y sociales. Actualmente, el diagnóstico de la EA y del DCL se basa en criterios clínicos apoyados por la anamnesis, la exploración física y neurológica, la valoración funcional, los estudios analíticos y de neuroimagen, y por la valoración neuropsicológica. Sin embargo, y a pesar de la frecuente presencia de SPCD como se ha descrito, existen escasos estudios en los que se ha analizado su utilidad a la hora de diferenciar entre pacientes con EA y DC.

    Según es el estudio de referencia sesenta y siete pacientes con DCL (74,4%) y 82 con EA (92,1%) presentaron algún SPCD siendo los más prevalentes la depresión y la apatía en ambos grupos


    ALZHEIMER: La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad irreversible y progresiva del cerebro que lentamente destruye la memoria y las aptitudes del pensamiento, y con el tiempo, hasta la capacidad de llevar a cabo las tareas más simples. En la mayoría de las personas afectadas con esta enfermedad, los síntomas aparecen por primera vez después de los 60 años de edad.El Alzheimer es la causa más común de demencia en las personas mayores. La demencia es la pérdida del funcionamiento cognitivo, o sea, pensar, recordar y razonar, a tal grado que interfiere con la vida y las actividades diarias de una persona.

    DETERIORO COGNITIVO LEVE: Algunos olvidos pueden ser parte normal del envejecimiento. Sin embargo, algunas personas tienen más problemas de memoria que otras de su misma edad. Esta es una condición llamada deterioro cognitivo leve. La gente con deterioro cognitivo leve puede cuidarse a sí misma y puede desarrollar sus actividades normalmente. El DCL puede ser una señal temprana de Alzheimer.


    BIBLIOGRAFÍA:
    Abizanda P, López-Jiménez E, López-Ramos B, Romero L, Sánchez-Jurado P, León M, Martín-Sebastiá M, Paterna G, Martínez-Sánchez E. Síntomas psicológicos y conductuales en deterioro cognitivo leve y enfermedad de Alzheimer. Elsevier. 2009; Volume 44, Issue 5, Pages 238-243

    La disfagia en el anciano

    La disfagia en el anciano puede deberse a variedad de alteraciones, tanto estructurales como funcionales. Las primeras afectan a la anatomía de la deglución y obstaculizan el paso del bolo alimenticio. Las segundas, se consideran las más frecuentes, y se deben a alteraciones en la propulsión del bolo o a un enlentecimiento de reflejos orofaríngeos imprescindibles para la deglución. 

    Su fisiopatología está determinada por varios factores, entre ellos, el propio envejecimiento es la causa de un deterioro todavía poco conocido de la fisiología orofaríngea y también por una mayor prevalencia, en este grupo de edad, de enfermedades que generan disfagia.
    La disfagia es uno de los síntomas que aparece en enfermedades neurológicas y neurodegenerativas que acontecen con más frecuencia en edades avanzadas. En este sentido, diferentes estudios muestran una prevalencia de disfagia entre el 28 y el 73% tras un accidente cerebrovascular (ACV), hasta del 84% en demencias y del 52% en enfermos de Parkinson.

    La identificación precoz de la disfagia es un paso fundamental a la hora de prevenir complicaciones. Para ello es importante la detección de signos de alerta, la aplicación de métodos de exploración clínica de volúmenes y viscosidades (MECVV, o el empleo de técnicas instrumentales más específicas
    La disfagia puede tener importantes repercusiones clínicas, comprometer la seguridad del enfermo causando atragantamientos, aspiraciones o infecciones respiratorias, y/o determinar que la alimentación resulte ineficaz para cubrir las necesidades nutricionales.

    Medidas de actuación ante la disfagia:
    - Valoración del estado general y nutricional:
    El grado y duración de la disfagia determina la magnitud de la pérdida nutricional. La alimentación inadecuada conlleva a una malnutrición protéico-calórica con adelgazamiento. La medida del peso corporal es un índice poco útil para la monitorización del adelgazamiento, ya que la hipoalbuminemia puede producir edemas que enmascaran la pérdida de peso. Por tanto, el grosor del pliegue cutáneo y el diámetro muscular del brazo indicarán la masa corporal grasa y magra respectivamente.

    Por todo esto, en casos de disfagia con un grado de desnutrición importante será necesaria la sueroterapia intravenosa pudiendo recurrirse a la alimentación entera a través de un tubo de fino calibre e incluso a la canalización de una vía venosa central para administración de nutrición parenteral. Cuando la disfagia es severa, incluso los líquidos pueden no ser ingeridos en cantidad suficiente produciendo deshidratación y uremia.


    Entre las medidas de actuación ante la disfagia se ha destacado el uso de una dieta específica, adaptando la presentación tanto de los alimentos sólidos, como de los líquidos. Se ha demostrado que un incremento de la viscosidad del bolo se relaciona con mayor seguridad en la disfagia orofaríngea. En dicho estudio, se comprobó que la dieta para disfagia instaurada en las residencias donde se realizó el estudio reunía las características recomendadas en la bibliografía en cuanto a equilibrio nutricional y homogeneidad de texturas, y también que se disponía de espesantes para adaptar los líquidos. Las estrategias nutricionales para la elaboración de una dieta para disfagia deben tener en cuenta: 

      a) Preservar el equilibrio nutricional. 
      b) Adaptar los alimentos sólidos y los líquidos a las posibilidades de     deglución.
      c) Respetar las limitaciones derivadas de patologías concomitantes
      d) Complacer los gustos y preferencias del sujeto al quien va destinada

    El MNA es una de las escalas más comúnmente utilizadas en la práctica clínica para identificar situaciones de riesgo nutricional en personas mayores

    La prevalencia de disfagia no conocida puede ser elevada en centros residenciales. La aplicación de un método clínico estandarizado y utilizado de manera sistemática como el MECV-V ayuda a diagnosticar este síndrome y, en consecuencia, puede repercutir en una reducción de sus complicaciones


    BIBLIOGRAFÍA:
    Ferrero López MI, García Gollarte JF,  Botella Trelis JJ, Juan Vida O. Detección de disfagia en mayores institucionalizados. 20 January 2012. Disponible en: http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0211139X11003167

    miércoles, 18 de abril de 2012

    Prevalencia de síndromes geriátricos en mujeres de edad avanzada

       Una de las características del paciente geriátrico es la pluripatología, provocando al mismo tiempo una plurimedicación. La especifidad del paciente geriátrico como una persona con un conjunto de características específicas hace que muchas patologías se encuentren solapadas en un mismo individuo. Entre estas patologías podemos considerar que hay unos cuadros patológicos que aparecen con independencia de las patologías que lo ocasionan, pero que cursan con unas características similares en todos los ancianos. Son lo que denominamos Síndromes Geriátricos Específicos y que pueden afectar a cualquier paciente geriátrico con independencia de su patología y de sus particularidades.
    Conocer su prevalencia permite dar prioridad a actividades que, si bien no parecerían ser acciones o programas significativos, sí tienen alto impacto en la calidad de vida de las personas. El seguimiento de los diferentes síndromes geriátricos permite modificar o implantar nuevos programas para mejorar la comunidad, como han realizado en el caso estudiado en la residencia mater, parte de Techo Educación y Ayuda AC.
       Este apartado describe alguno de estos síndromes. Se han elegido expresamente patologías muy frecuentes que reúnen algunas características comunes:
    • Las padecen enfermos mayores que acuden al médico en todos los niveles de atención sanitaria, desde el médico de cabecera hasta las residencias;
    • Conllevan un gran consumo de medicamentos y otros recursos sanitarios (como los suplementos nutricionales o los absorbentes de orina);
    • La formación de la mayoría de los médicos (con excepción de los geriatras) en ellas es, en general, muy escasa, lo que explica en muchas ocasiones el fracaso a la hora de resolverlas;
    • Su incidencia en la calidad de vida del afectado y sus cuidadores puede llegar a ser muy importante;
    • Existen en todas ellas posibilidades de realizar alguna actuación decisiva o efectiva, con intención curativa o paliativa.



    Los síndromes geriátricos son magníficamente definidos por Kane, en 1989, en su libro Essentials of Clinical Geriatrics como problemas geriátricos, permitiendo a través de una regla nemotécnica su memorización por medio de la regla de las «ies»:
    — Immobility: inmovilidad.
    — Instability: inestabilidad y caídas.
    — Incontinence: incontinencia urinaria y fecal.
    — Intellectual impairment: demencia y síndrome confusional agudo.
    — Infection: infecciones.
    — Inanition: desnutrición.
    — Impairment of vision and hearing: alteraciones en vista y oído.
    — Irritable colon: estreñimiento, impactación fecal.
    — Isolation (depression)/insomnio: depresión/insomnio.
    — Iatrogenesis: yatrogenia.
    — Inmune deficiency: inmunodeficiencias.
    — Impotence: impotencia o alteraciones sexuales.

    Tras el estudio, se verificó que la prevalencia de síndromes geriátricos en nuestra población está determinada por el nivel socioeconómico, cultural y por la misma edad. El conocimiento de la frecuencia de los síndromes geriátricos permite desarrollar programas de educación, promoción de la salud, detección oportuna, programas de actividad física o intervenciones individuales que mejoran la calidad de vida de los adultos mayores.
    Las estructuras sanitarias actuales no tienen una óptima solución integral de sus problemas. Es preciso iniciar un proceso de renovaciones institucionales que contemplen en sus esquemas, tanto en formación como en asistencia, las peculiaridades de este colectivo en crecimiento en todo el mundo.

    BIBLIOGRAFÍA:
    Martínez Gallardo L, d´Hyver de las Deses C. Prevalencia de síndromes geriátricos en una residencia de mujeres de edad . Med Int Mex 2011;27(1):23-28. Disponible en: http://www.medigraphic.com/pdfs/medintmex/mim-2011/mim111g.pdf 

    sábado, 14 de abril de 2012

    Cuidados de enfermería en una población geriátrica con riesgo de úlceras por presión

    La vejez, es un momento que a todo el mundo nos llega. Con el paso de los años, se producen una serie de cambios fisiológicos que contribuyen a disminuir la movilidad. Las principales causas de inmovilidad en el adulto mayor son la falta de fuerza o debilidad, la rigidez, el dolor, alteraciones del equilibrio y problemas psicológicos. Generalmente a esa inmovilidad se añade la aparición de úlceras por presión por diferentes razones, lo cual se convierte en un problema de salud no porque sea alta su incidencia ni causa de muerte, sino porque afecta a la calidad de vida del paciente, cambia la dinámica familiar y requiere empleo de recursos humanos y económicos. Para evitar y/o prevenir la incidencia de estas úlceras es preciso tener en cuenta medidas profilácticas pero una vez que se presentan juegan un papel fundamental los cuidados de Enfermería.
    Se define la úlcera por presión como toda lesión de la piel producida cuando se ejerce una presión sobre un plano o prominencia ósea, provocando un bloqueo del riego sanguíneo a este nivel; como consecuencia de lo cual, se produce una degeneración rápida de los tejidos.
    Los factores que contribuyen a la producción de úlceras y que pueden agruparse en cinco grandes grupos son: factores fisiopatológicos, derivados del tratamiento, situacionales, del desarrollo y derivados del entorno.
    Para realizar la clasificación de las úlceras, se determina la gravedad de la rotura de la piel y la profundidad de la lesión; Úlcera tipo (I, II, III y IV).


    La prevención es sin dudas la mejor opción posible de tratamiento. 

    Las medidas preventivas van dirigidas a lograr calidad en los cuidados de enfermería, velar por los factores de riesgo y realizar un examen de piel una vez al día, en especial de la piel que cubre las prominencias óseas.
    Es esencial la identificación de los factores de riesgo que puedan aparecer de forma aislada o en combinación.
    Una vez enmarcados los factores de riesgo tales como; movilidad, eliminar la presión, camios posturales frecuentes, no arrastrar al paciente, observar si existen zonas enrojecidas indicadoras de la disminución de la circulación y emplear colchón anti-escaras.
    Se deben entonces realizar los siguientes procedimientos; estimular la circulación sanguínea, cuidados de la piel y cuidados generales. 

    Según el estudio, cabe destacar, que en la población mayor de 60 años se observa un incremento del riesgo de úlceras por presión en la medida en que acerca a edades más avanzadas. A su vez, la vejez, posee una estrecha relación con factores causales como son la pérdida del autovalidismo, la falta de deambulación, el control de la micción y, de manera general, la no implementación por parte de la familia de las medidas higiénicos sanitarias orientadas por el equipo de salud lo que conlleva un riesgo importante para la calidad de vida de las personas mayores.
    Los cuidados de enfermería constituyen un elemento fundamental en la calidad de vida de los pacientes con riesgos de úlcera por presión, así como en la preparación y orientación a los cuidadores dentro de la familia.


    BIBLIOGRAFÍA:
    Álvarez de la Cruz, C. Lorenzo González, M. Cuidados de enfermería en una población geriátrica con riesgos de úlcera por presión. Murcia jul. 2011. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S1695-61412011000300012&script=sci_arttext&tlng=pt

    miércoles, 4 de abril de 2012

    El anciano en la unidad de cuidados intensivos Tema 3


    La valoración geriátrica y dentro de ésta la valoración de la esfera funcional, permite diseñar tratamientos integrales y planes de cuidados adaptados a las condiciones individuales de los pacientes. Hoy en día, se ha generalizado el uso de escalas con el objetivo de conocer la situación basal del paciente, determinar el impacto de la enfermedad actual, transmitir información objetiva, poder monitorizar los cambios
    y en último término, establecer tratamientos específicos y valorar la respuesta a los mismos.

    El grupo de ancianos que a priori tiene un mayor riesgo es aquél en el que la gravedad de la enfermedad condiciona el ingreso en una unidad de cuidados intensivos (UCI), debido tanto a la mayor intensidad terapéutica como al elevado riesgo de complicaciones asociadas



    El ingreso de pacientes de edad avanzada es una situación cada vez más frecuente en nuestros hospitales y está relacionado claramente con el envejecimiento de la población. Es conocido que la hospitalización produce un deterioro funcional importante en los ancianos. Este deterioro es motivado tanto por la aparición de complicaciones durante la hospitalización (consecuencia del tratamiento recibido), como debido al propio proceso del envejecimiento (disminución de la fuerza muscular y de la capacidad aeróbica, inestabilidad vasomotora, reducción de la masa ósea, reducción de la ventilación pulmonar, etc.)


    Es importante tener en cuenta aspectos de autonomía funcional y calidad de vida para evaluar los resultados del ingreso de ancianos en la UCI. Para ello, es necesario utilizar escalas cuantitativas validadas en esta población, que evalúen la independencia en las actividades de la vida diaria (AVD) tanto instrumentales (índice de Lawton) como básicas (índice de Barthel) y que nos permitan monitorizar el grado de autonomía funcional de los pacientes antes.



    El Indice de Barthel evalua las actividades basicas de la vida diaria. Es muy rápido y de fácil manejo. Consta de diez items; Comida, arreglo, lavado, vestido, deposición, micción, transferencia, deambulación y subir y bajar escaleras.

    La escala de puntuacion va de 0 a 100.
    0 puntos: dependencia maxima.
    Menos de 45 puntos: Dependencia importante.
    45-60 puntos: Dependencia moderada.
    Igual o mas de 65: Dependencia leve.
    100 puntos: Independencia maxima.

    Por otro lado, la escala de Lawton y Brody fue publicada en 1969 y desarrollada en el Philadelphia Geriatric Center para evaluación de autonomía física y AIVD en población anciana institucionalizada o no.

    Evalúa la capacidad funcional mediante 8 ítems: capacidad para utilizar el teléfono, hacer compras, preparar la comida, realizar el cuidado de la casa, lavado de la ropa, utilización de los medios de transporte y responsabilidad respecto a la medicación y administración de su economía. A cada ítem se le asigna un valor numérico 1 (independiente) o 0 (de pendiente). La puntación final es la suma del valor de todas las respuestas y oscila entre 0 (máxima dependencia) y 8 (independencia total).

    La cultura de la valoración geriátrica debe implementarse en las unidades de cuidados intensivos. En este sentido, utilizar escalas sencillas validadas que evalúen de forma objetiva la capacidad funcional y la calidad de vida de estos pacientes deberían incorporarse a la rutina asistencial de nuestro trabajo enfermero.


    BIBLIOGRAFÍA
    - López Soto A, Sacanella E, Perez Castejón JM, Nicolas JM. El anciano en la unidad de cuidados intensivos, 2009. Disponible en: http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0211139X09001152
    - Trigas Ferrín M, Ferreira Gonzalez L, Mejide Miguez H. Escalas de valoración funcional en el anciano, 2011. Disponible en: http://www.galiciaclinica.info/PDF/11/225.pdf