sábado, 14 de abril de 2012

Cuidados de enfermería en una población geriátrica con riesgo de úlceras por presión

La vejez, es un momento que a todo el mundo nos llega. Con el paso de los años, se producen una serie de cambios fisiológicos que contribuyen a disminuir la movilidad. Las principales causas de inmovilidad en el adulto mayor son la falta de fuerza o debilidad, la rigidez, el dolor, alteraciones del equilibrio y problemas psicológicos. Generalmente a esa inmovilidad se añade la aparición de úlceras por presión por diferentes razones, lo cual se convierte en un problema de salud no porque sea alta su incidencia ni causa de muerte, sino porque afecta a la calidad de vida del paciente, cambia la dinámica familiar y requiere empleo de recursos humanos y económicos. Para evitar y/o prevenir la incidencia de estas úlceras es preciso tener en cuenta medidas profilácticas pero una vez que se presentan juegan un papel fundamental los cuidados de Enfermería.
Se define la úlcera por presión como toda lesión de la piel producida cuando se ejerce una presión sobre un plano o prominencia ósea, provocando un bloqueo del riego sanguíneo a este nivel; como consecuencia de lo cual, se produce una degeneración rápida de los tejidos.
Los factores que contribuyen a la producción de úlceras y que pueden agruparse en cinco grandes grupos son: factores fisiopatológicos, derivados del tratamiento, situacionales, del desarrollo y derivados del entorno.
Para realizar la clasificación de las úlceras, se determina la gravedad de la rotura de la piel y la profundidad de la lesión; Úlcera tipo (I, II, III y IV).


La prevención es sin dudas la mejor opción posible de tratamiento. 

Las medidas preventivas van dirigidas a lograr calidad en los cuidados de enfermería, velar por los factores de riesgo y realizar un examen de piel una vez al día, en especial de la piel que cubre las prominencias óseas.
Es esencial la identificación de los factores de riesgo que puedan aparecer de forma aislada o en combinación.
Una vez enmarcados los factores de riesgo tales como; movilidad, eliminar la presión, camios posturales frecuentes, no arrastrar al paciente, observar si existen zonas enrojecidas indicadoras de la disminución de la circulación y emplear colchón anti-escaras.
Se deben entonces realizar los siguientes procedimientos; estimular la circulación sanguínea, cuidados de la piel y cuidados generales. 

Según el estudio, cabe destacar, que en la población mayor de 60 años se observa un incremento del riesgo de úlceras por presión en la medida en que acerca a edades más avanzadas. A su vez, la vejez, posee una estrecha relación con factores causales como son la pérdida del autovalidismo, la falta de deambulación, el control de la micción y, de manera general, la no implementación por parte de la familia de las medidas higiénicos sanitarias orientadas por el equipo de salud lo que conlleva un riesgo importante para la calidad de vida de las personas mayores.
Los cuidados de enfermería constituyen un elemento fundamental en la calidad de vida de los pacientes con riesgos de úlcera por presión, así como en la preparación y orientación a los cuidadores dentro de la familia.


BIBLIOGRAFÍA:
Álvarez de la Cruz, C. Lorenzo González, M. Cuidados de enfermería en una población geriátrica con riesgos de úlcera por presión. Murcia jul. 2011. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S1695-61412011000300012&script=sci_arttext&tlng=pt

No hay comentarios:

Publicar un comentario